jueves, 26 de abril de 2007

El león


En mi periodo de búsqueda personal se me plantea una nueva cuestión, seguro que alguno a parte de mi se siente identificada con la historia.
Estoy intentando aprender que evitar enfrentarnos a aquello que nos atemoriza no es la solución.

Escuchad este cuento africano que ilustra muy bien esta reflexión:


“Un caluroso día, un león iba por la sabana y comenzó a tener sed. Sus pasos se dirigieron en busca de agua. En la lejanía vislumbró un pequeño embalse y sediento se acercó hasta allí.
Pero cuando se disponía a beber, vio a otro león en el agua y retrocedió. Tenia sed, pero no tenía ninguna gana de pelear con otro macho.Decidió ocultarse tras unos matorrales en espera de que el otro león se alejara.

Pasaba el tiempo y el sol cada vez calentaba más. Nuestro león decidió intentar asustar a su enemigo con su potente rugido, tal vez de ese modo el otro león huyera asustado y él podría beber sin tener que pelear.
Así lo hizo: se acercó sigilosamente y, en cuanto estuvo frente al agua, emitió el rugido más potente y terrorífico que pudo. Para su sorpresa, al mismo tiempo, el otro león también rugió.

El león sediento salió despavorido e impresionado de la potencia del que él creía su
rival.Desesperado y cada vez más débil, decidió esperar. Pero llegó un momento en que la sed era tan fuerte que pensó: “Prefiero morir luchando a morirme de sed"

Se acercó decidido al agua sin ni siquiera mirar y , al pegar el primer lengüetazo, la imagen del otro león, que no era sino su propio reflejo, desapareció. Así fue como el león, haciendo acopio de valor, consiguió saciar la sed.”

¿Cuantas veces hemos dejado se saciar nuestra sed por miedos imaginarios que sólo son espejismos o reflejos de los pensamientos catastróficos?

No hay que dejar que los miedos se apoderen de uno, los efectos son nefastos y limitan nuestras posibilidades de conseguir lo que queremos.
Como ya he dicho, con esto no pretendo dar lecciones a nadie, todo lo contrario, me gusta compartir estas reflexiones con los demás. Poco a poco voy aprendiendo quitarme prejuicios y buscar la felicidad conmigo misma.

Animaros a contarme que os a parecido, espero opiniones y hacemos un debate improvisado, jeje.

3 comentarios:

Martisss dijo...

A veces son los miedos que mueven muestras vidas, cuando precisamente tendríamos que ser nosotros quien los dominase y hacerles frente. Bonito cuento... ;)

PD: HOY VIERNESSSSSSSSSSS!!

Anónimo dijo...

uoo q monaa!

Yo creo que los leones, como las personas siempre tienen la capacidad de ser valientes en su interior!

solo q a veces nos sentimos perdidos! no podemos dejar que ningún miedo estropee nuestra felicidad y todos deberíamos hacer las cosas q nos dan miedo aunque luego no nos salgan bien. No hay que tener miedo a los errores, son los q nos hacen aprender!!

lo más importante es quererse mucho y confiar en las propias capacidades!!!

bxitos arguiñana nos vemos a la nit!!! ;P

irecire dijo...

Me ha gustado mucho el cuento.

Este estaría al mismo nivel que el de la barca,no sé por cual decantarme.

Y yo que añado a lo que, tan sabiamente, han dicho las nenas???

El miedo siempre está en nosotros, y yo creo que no sólo el miedo a fracasar, también tenemos miedo a ser felices.

Me gustaría creer que algún día venceremos al miedo, porque quizás las cosas serían mucho más fáciles.

Aunque, sinceramente creo, que el miedo nos sirve y ayuda a valorar más las cosas y a apreciarlas más cuando las hemos conseguido.

Así que, hay que intentar dominar el miedo para conseguir aquello que realmente queremos, pero no eliminar el miedo totalmente de nuestras vidas.