He vuelto a Barcelona por unos días, todavía no se cuantos, así que he aprovechado esta ocasión para actualizar un poco el blog.
El verano muy bien de momento, tan bien que temo me deje un regusto agridulce cuando termine, por eso prefiero no pensar en ello de momento.
Es curioso como la perdida de la noción del tiempo se incrementa durante las vacaciones, pero supongo que de eso se trata, de desconectar de la rutina, de crear un espacio tiempo en el que no importa que día del mes sea porque estas totalmente ausente de ello.
NO veo el momento de dejar mi casa en Piera, de regresar del todo al exterior, porque durante las vacaciones me he creado un espacio propio en el que soy dueña de mi tiempo y de lo que hago con el, porque se que el verano pasará rápido y en nada y menos volverá a ser mi cumpleaños
Quiero pasar más mañanas bañándome en mi piscina, tardes leyendo y leyendo todos los libros que he ido reservando durante el curso por falta de tiempo y escribiendo todo aquello que se me pasa por la cabeza y que me ayuda a poner mis ideas en orden.
En definitiva pasar mucho más tiempo acompañada de quienes son lo más importante en mi vida, mi familia,(en mi caso no solo compuesta por los lazos que da la consanguinidad) En un momento en que pese a que la enfermedad que nos afecta está controlada, no deja de estar presente, y para que nada cambie nuestra unión ni nuestro sentido del humor.
Ya soy consciente de que mis seres queridos, aunque me empeñe en creer lo contrario, no van a poder estar siempre, la vida es tiempo y este se consume muy deprisa, así que tengo muy claro con quien quiero pasarlo.
A veces siento rabia, a mi que me gusta controlar todo lo que pasa a mi alrededor, no poder hacer lo mismo con el tiempo. Que pase tan deprisa y tan lento a su merced.
No es justo.
Si tuviera que elegir un marco en el que mi vida se detuviera, un paisaje, una hora, elegirían siempre ese cielo que se vuelve de un color vainillado, poco antes de que empiece a ponerse el sol, la luz es increíble, baña a todo el verde que nos rodea allí de una intensidad preciosa, me evoca sensaciones y recuerdos muy bonitas, e incluso a veces, un nudo en el estómago.
Será que en el fondo soy solo una romántica.
El verano muy bien de momento, tan bien que temo me deje un regusto agridulce cuando termine, por eso prefiero no pensar en ello de momento.
Es curioso como la perdida de la noción del tiempo se incrementa durante las vacaciones, pero supongo que de eso se trata, de desconectar de la rutina, de crear un espacio tiempo en el que no importa que día del mes sea porque estas totalmente ausente de ello.
NO veo el momento de dejar mi casa en Piera, de regresar del todo al exterior, porque durante las vacaciones me he creado un espacio propio en el que soy dueña de mi tiempo y de lo que hago con el, porque se que el verano pasará rápido y en nada y menos volverá a ser mi cumpleaños
Quiero pasar más mañanas bañándome en mi piscina, tardes leyendo y leyendo todos los libros que he ido reservando durante el curso por falta de tiempo y escribiendo todo aquello que se me pasa por la cabeza y que me ayuda a poner mis ideas en orden.
En definitiva pasar mucho más tiempo acompañada de quienes son lo más importante en mi vida, mi familia,(en mi caso no solo compuesta por los lazos que da la consanguinidad) En un momento en que pese a que la enfermedad que nos afecta está controlada, no deja de estar presente, y para que nada cambie nuestra unión ni nuestro sentido del humor.
Ya soy consciente de que mis seres queridos, aunque me empeñe en creer lo contrario, no van a poder estar siempre, la vida es tiempo y este se consume muy deprisa, así que tengo muy claro con quien quiero pasarlo.
A veces siento rabia, a mi que me gusta controlar todo lo que pasa a mi alrededor, no poder hacer lo mismo con el tiempo. Que pase tan deprisa y tan lento a su merced.
No es justo.
Si tuviera que elegir un marco en el que mi vida se detuviera, un paisaje, una hora, elegirían siempre ese cielo que se vuelve de un color vainillado, poco antes de que empiece a ponerse el sol, la luz es increíble, baña a todo el verde que nos rodea allí de una intensidad preciosa, me evoca sensaciones y recuerdos muy bonitas, e incluso a veces, un nudo en el estómago.
Será que en el fondo soy solo una romántica.
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Listening: The man who can't be moved (The Script)
