viernes, 26 de diciembre de 2008



Los peores días son aquellos en que te sientes triste pero no sabes bien porque. Notas que algo te pasa, intentas analizarlo, pero simplemente consigues detectar un sentimiento de abatimiento sin un motivo concreto al que poderlo asociar.
Y cuando esto pasa, aún te sientes peor, porque juntas la sensación de tristeza con la frustración de no conseguir saber el porque.

Mi madre siempre dice que eso son los bajones que dan por “acumulación”, es decir, por el cúmulo de pequeñas cosas que nos causan tristeza, que individualmente no tienen suficiente peso como para provocarte un bajón, pero que cuando atacan en grupo consiguen entristecerte.

No hay un motivo concreto, no tienen causa-consecuencia. Y es ahí cuando aparece la dificultad para poder detectarlas.

Antes solía romperme la cabeza hasta el cansancio, dándole vueltas intentando conseguir averiguar “que es y porque me pasa esto que no quiero que me pase” pero ahora se que eso no es lo que debo hacer, sino todo lo contrario.

Si hoy estas triste, estate triste, permítetelo porque no pasa nada, no todos los días todo va bien. Relájate, date un capricho y espera que se acabe el día y cuando te acuestes, piensa en que hoy no ha sido de los mejores pero que mañana lo será.

He conseguido grandes éxitos conmigo misma intentando autoimplantarme esta filosofía, en mi caso porque es lo que necesito, dejar de autoanalizarme y pensar en el porque de todas las cosas que me pasan y que pasan a mi alrededor, porque nunca consigo llegar ni al 40% de respuestas a todas esas preguntas y no debo estresarme por ello.

En uno de estos días de tristeza pasajera, tiendo a pensar mucho, a recrearme en detalles que (por suerte) la mayoría de los días paso por alto, es uno de esos días en que te apetece sacar recuerdos a la luz, pero a la luz de la intimidad de uno mismo, a quedarte embobado en un momento pasado, una foto, lo que sea...Y yo me dejo ir, porque se que si el cuerpo pide un día así, es porque lo necesita.


También, es, lo sé porque la navidad me hace muy feliz pero al mismo tiempo me ablanda.
Bon Nadal :D

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Listening: Nobody's wife (Anouk)

martes, 9 de diciembre de 2008



No es que reflexione mucho acerca del pasado últimamente, lo que si que hago, porque me vino de fábrica, es pensar, mucho, demasiado, en todo.

Y no es bueno, y lo estoy corrigiendo.

Pienso en lo que lo que me puede pasar, sin más, por cualquier cosa, en enfermar. Pienso en lo que hacen los demás que repercute sobre mi, y lo magnifíco y me preocupo y entonces tengo que relajarme y respirar hondo para no pensar que el mundo se derrumba y yo no puedo hacer nada por evitarlo.

Y esto cuando se cumple un año de una de las peores rachas de mi vida, pero sabiendo que afortunadamente, a un año vista, los frutos de esa cosecha no han salido tan podridos como se podía esperar.

Unas navidades felices me esperan. Y tiene que llenárseme la boca al decirlo, porque es algo que hace un año ni siquiera podía imaginar que pasaría y se ha cumplido...algo con lo que esa enfermedad maligna tiñó de desesperanza a mis seres queridos se ha disipado, nos ha dejado un pequeño EXIT al final del túnel

Y como lo pago yo? No cambio, no aprendo. No dejo de preocuparme por las tonterías que los demás posan en mi, comentarios, actitudes que deberían resbalarme porque tengo aquello por lo que hace un año hubiese vendido mi alma al diablo.

Y aun así, no soy capaz de disfrutarlo del todo...
Qué razón tenias cuando me decías que soy fuerte como una roca ante las grandes adversidades de la vida y en cambio flaqueo en las minucias del día a día...

Pero prometo que no voy a permitir que sea así nunca más, no es justo que los terceros acaben teniendo igual o más importáncia en mi estado de ánimo que aquellos que nunca me han fallado y que nunca lo harán.

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Listening: The Quest (Bryn Christopher)