Hasta que el mundo se abra en dos

Hoy es el cumpleaños de mi padre. Cumple 50 años. Es curioso que el dia anterior a esta fecha fuera el día en que conoció a mi madre, de esto izo ayer 30 años.
Como siempre dice el, fue el mejor regalo de cumpleaños que pudo tener, a pesar de que la conquista por su parte no fue fácil. Dejémoslo en que mi madre era más bien una presa escurridiza.

Por aquel entonces el uno de octubre de 1978 con menos de 24 horas para cumplir los 20 años, Ángel y Rosa Mª se conocieron, y sobretodo por parte de el, la cosa estuvo muy clara, encontró una chica preciosa, divertida e inteligente y se enamoró.

Lo de RosaMª fue más despacio, es cierto que quedó levemente eclipsada por la singularidad (en sentido positivo) de Ángel un chico joven pero maduro, con las ideas claras, con conversación y que huía de los “magreos” gratuitos que podía proporcionarle un baile.

Su personalidad le fascinó, pero fue gracias a su perseverancia que consiguió que ella llegara a enamorarse de la misma manera en que el ya lo estaba.

No se que pensareis vosotros pero a mi siempre me ha parecido una historia muy bonita y romántica, independientemente de que yo provenga de ella.

Pensándolo más fríamente y al ser yo, como decía, producto de estas dos personas con sus personalidades tan diferentes, no dejo de ser una mezcla de ambas.
Por un lado quisiera tener las cosas tan claras como las tuvo mi padre aquella noche. Vio materializado lo que andaba buscando, comprobó que así era y fue a por ella, sin vacilar.
Y por otro se que la vida me ha dado en gran medida el carácter de mi madre, extrovertida con los amigos y la gente en general, con una gran facilidad de palabra superflua, pero muy reservada al tiempo de decidirme en el terreno sentimental, tremendamente racional y demasiado crítica.
Es un reflejo de lo que soy y de lo que me gustaría ser. El miedo contra la seguridad en uno mismo.

Pero la diferencia sustancial es que mi madre consiguió romper esa barrera de frialdad y temor para dejar entrar a la que sería la persona de su vida. Supo ver a quien tenia delante más allá de sus miedos, inseguridades y las pocas ganas de comprometerse tan joven

Por eso, en este momento de mi vida protagonizado por un extraño bloque de hielo que me sitúa solo en el mero contacto físico con la gente y habiendo desterrado la idea de por el momento volver a enamorarme, me pregunto si cuando sea el momento seré capaz de ver a quien tengo delante y si podré dejar ese miedo al fracaso que lleva tiempo instalado en mi para dejarle entrar.

PD: La foto es autenticamente de 1978. Junto a dos amigos, mi padre, manzana en mano, abraza a mi madre.

Listening: No me doy por vencido (vensión ranchera)--- Luis Fonsi