
Pienso en el mes de septiembre del pasado año y me da la sensación de estar reviviendo a otra persona diferente de la que está hoy aquí escribiendo.
Ha sido un curso extraño este que acaba de terminar...con muchos altibajos, malísimos y buenísimos momentos pero que en compendio dejan a una Sonia muy satisfecha con el resultado ( y ni siquiera sin haberme examinado!)
Pero en lo personal estoy muy contenta de como ha ido todo y especialmente desde que empezó el nuevo año, no es que conllevara grandes cambios aparentemente pero si en esencia...
Este curso que me deja el mejor recuerdo de todos, el de nuestro viaje a México, que tanto me ha aportado, que abrió mi mente que se había quedado estancada y dejó entrar aire nuevo.
Descubrí que mucha gente y cosas buenas están por venir, que cuando la vida nos cambia algo que creíamos que era fundamental, ella misma se encarga de, con el tiempo, darnos otros momentos todavía mejores y nuevas sensaciones para hacernos ver que no todo era como creíamos y que las cosas pasan por algo.
Y que aunque nos de miedo hay que dar siempre un paso adelante, porque los pasos que más nos cuesta dar son los que esconden mayores recompensas...
Ha sido un curso extraño este que acaba de terminar...con muchos altibajos, malísimos y buenísimos momentos pero que en compendio dejan a una Sonia muy satisfecha con el resultado ( y ni siquiera sin haberme examinado!)
Pero en lo personal estoy muy contenta de como ha ido todo y especialmente desde que empezó el nuevo año, no es que conllevara grandes cambios aparentemente pero si en esencia...
Este curso que me deja el mejor recuerdo de todos, el de nuestro viaje a México, que tanto me ha aportado, que abrió mi mente que se había quedado estancada y dejó entrar aire nuevo.
Descubrí que mucha gente y cosas buenas están por venir, que cuando la vida nos cambia algo que creíamos que era fundamental, ella misma se encarga de, con el tiempo, darnos otros momentos todavía mejores y nuevas sensaciones para hacernos ver que no todo era como creíamos y que las cosas pasan por algo.
Y que aunque nos de miedo hay que dar siempre un paso adelante, porque los pasos que más nos cuesta dar son los que esconden mayores recompensas...
Aunque a veces es necesario que las personas que están a tu lado te den ese empujón. En mi caso no me cansaría de agradecer lo mucho que recibo siempre de quienes considero de verdad que me quieren, mis amigos, y especialmente durante el año pasado.
Me refiero a vosotros, los que no solo no huyeron cuando me vieron mal, sino que fueron uno de los motivos para querer venirme arriba, animarme y sonreír.
Estoy convencida que el S.XXI es el siglo de la amistad, más que de cualquier otro tipo de relación que a veces nos empeñamos en buscar, y sobretodo viendo como está el panorama en ese sentido...
Cuando encuentras a tus almas gemelas, tus verdaderos amigos, no hay nada que lo supere.
Y en relación con esto se manifiesta la única espinita que tengo clavada y es el no poder compartir la emoción de la licenciatura junto a ellos por los motivos que todos sabéis que hicieron apearme en mi carrera.
Yo que siempre lo había hecho todo a tiempo, cuando tocaba, sin retrasarme, yo que disfruto teniendo un control sobre lo que hago y como lo hago y que odio que se trunquen mis planes y me obliguen a cambiarlos contra mi voluntad. A mi, con este perfil de pésima adaptabilidad a los acontecimientos sobrevenidos, me tocó sufrir, asumir, trabajar, esperar y superar.
Y completadas todas las fases me quedo con el aprendizaje que todo te deja, sobretodo aprender a ser paciente, porque con voluntad, todo pasa.
A día de hoy sigo necesitando mejorar muchos aspectos de mi misma y aunque ya haya dado un gran paso en lo que llevamos de año, siento que me falta mucho, necesito quitarme ese lastre de mal rollo y disgustos que me han acompañado demasiado tiempo.
Necesito aprender a dejar de sufrir y a que disfrutar no solo sea producto de un evento o una celebración marcada en el calendario, sino del día a día.
Es complicado lo se, pero estoy en ello.
Estamos en contacto, me voy a estudiar.
Estoy convencida que el S.XXI es el siglo de la amistad, más que de cualquier otro tipo de relación que a veces nos empeñamos en buscar, y sobretodo viendo como está el panorama en ese sentido...
Cuando encuentras a tus almas gemelas, tus verdaderos amigos, no hay nada que lo supere.
Y en relación con esto se manifiesta la única espinita que tengo clavada y es el no poder compartir la emoción de la licenciatura junto a ellos por los motivos que todos sabéis que hicieron apearme en mi carrera.
Yo que siempre lo había hecho todo a tiempo, cuando tocaba, sin retrasarme, yo que disfruto teniendo un control sobre lo que hago y como lo hago y que odio que se trunquen mis planes y me obliguen a cambiarlos contra mi voluntad. A mi, con este perfil de pésima adaptabilidad a los acontecimientos sobrevenidos, me tocó sufrir, asumir, trabajar, esperar y superar.
Y completadas todas las fases me quedo con el aprendizaje que todo te deja, sobretodo aprender a ser paciente, porque con voluntad, todo pasa.
A día de hoy sigo necesitando mejorar muchos aspectos de mi misma y aunque ya haya dado un gran paso en lo que llevamos de año, siento que me falta mucho, necesito quitarme ese lastre de mal rollo y disgustos que me han acompañado demasiado tiempo.
Necesito aprender a dejar de sufrir y a que disfrutar no solo sea producto de un evento o una celebración marcada en el calendario, sino del día a día.
Es complicado lo se, pero estoy en ello.
Estamos en contacto, me voy a estudiar.
Listening: My Favourite Game (The cardigans )