
Personalmente no contemplo la vida sin la entrega. Pero llega un punto en el que empiezas a plantearte...¿hasta que punto vale la pena entregarse?
¿Hasta que punto vale la pena querer?
A un familiar, a una pareja, a un amigo...
Si no quisiéramos no sentiríamos su perdida, su indeferencia, su desprecio...porque sus actos no afectarían a nuestros sentimientos ni a nuestro estado de ánimo...
No nos sentiríamos defraudados por ellos...
No nos afectaría ver como nuestros seres queridos sufren...no padeceríamos esa impotencia que te da el no saber que se siente en su situación...el no saber como ayudarle...
¿Deberíamos contener nuestros sentimientos para evitarnos sufrimientos? y aunque esa fuera la solución...¿alguien conoce el mecanismo para poder hacerlo? ¿Cómo se vive sin vivir?
Alguien me dijo que cuando te entregas ya estas perdido...
Entregarse significa volver al mundo, volver a vivir, a sentir, a entregarle a alguien lo que llevas dentro, a querer hacerle feliz, a donarle una parte de ti mismo...
Significa despojarse de esa coraza protectora con la que a fuerza de golpes has tenido que protegerte...la que te enfundaste pensando en que esta era la definitiva vez que iban a hacerte sufrir...
Pero las cosas cambian...bajas la guardia, te confías y poco a poco te vas despojando de ella...y cuando ya estas desnudo y completamente entregado...vuelven a herirte...
Y cuando eso pasa...cuando te quedas solo de nuevo y sin protección...¿que haces? ¿Cómo te recompones?
Es inevitable pensar...¿no hubiera sido mejor haber dejado las cosas como estaban?
Hay personas que inician la lucha que significa entregarse a otro/s sin sacarse su coraza...que nunca dejan ver del todo lo que esconden debajo....por miedo...
Eso me lleva a pensar si estas personas en un momento de su vida fueron como yo, si eran de las que lo daban todo sin reservas, pero que a fuerza de caídas aprendieron que no se puede ser tan ingenuo...
Si es así...¿todos acabaremos igual? Perdiendo por fuerza parte de nuestra forma de ser, de sentir...?
Lo único que se es que entregarse de verdad requiere esfuerzo y sacrificio. He aprendido que para protegernos, no debemos renunciar, pero si meditar muy bien nuestra entrega...
Listening: Nada (Juanes)